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Adolescencia, delincuencia juvenilLa delincuencia juvenil es, esencialmente, adolescente, porque se manifiestan en ella, de forma acentuada, la mayor parte de los problemas que se reactivan en esta etapa de la vida. Las crisis emocionales que se producen por los inevitables cambios corporales y psicológicos pueden llegar a crear serias alteraciones en el sentimiento de identidad y desencadenar trastornos de conducta que constituyen defensas contra estas crisis. La actitud psicopática caracterizada por el comportamiento versátil, la falta de responsabilidad y la necesidad de satisfacción inmediata de todos sus deseos, sin soportar postergación, es una de las respuestas ante estas crisis, que se pueden transformar en actos delictivos. Los estados de confusión y los fenómenos de despersonalización, provocados por el desarrollo psicobiológico y aumentados cuando el grupo familiar y el social han fracasado en su rol de continente, se reflejan en la búsqueda desesperada por "instalarse" en un grupo que confiera cierta solidez a su tambaleante identidad. El grupo ofrece la ventaja de ser depositario de las ansiedades del joven; también puede proyectar en sus integrantes los aspectos más conflictivos y rechazados de su propia personalidad. En ciertos casos, los grupos podrán caracterizarse por ser una banda de homosexuales, de drogadictos, o eminentemente delictiva.El adolescente que ya venga cargado con su predisposición antisocial, incrementada por la influencia de factores familiares y sociales adversos y una personalidad insegura, se incorporará a dichas bandas con la finalidad de encontrar un grupo de pertenencia que lo contenga y le confiera alguna forma de identidad, aunque se trate, de una "identidad negativa", para éstos jóvenes es preferible ser alguien perverso, indeseable a no ser nada..Estos muchachos utilizan el lenguaje verbal como técnica de inducción sobre las personas; son rápidos para percibir las debilidades de los demás y aprovecharlas en beneficio propio. En sus relaciones personales, tienden a cosificar los vínculos, tratando a quienes los rodean como instrumentos y objetos para sus fines. No pueden establecer lazos afectivos, y padecen grandes dificultades para amar y tener amigos. Tienden, por lo general, a la mentira y al engaño de forma crónica, así como a la provocación e intimidación de compañeros y extraños.Suelen actuar como líderes psicopáticos de pandillas, sometiendo a los integrantes a sus mandatos y caprichos. Es frecuente que recurran a las fugas repetidas de casa, robo, vandalismo, al vagabundeo, y, en ocasiones, al abandono definitivo del hogar,En definitiva, la típica conducta desaprensiva, y a veces delictiva, de estos jóvenes es el resultado de su imposibilidad de elaborar adecuadamente las vicisitudes de su propio crecimiento y las relaciones conflictivas con sus padres y con el ambiente social, vivido como amenazador y frustrante.
TOXICONIMIA
El consumo de drogas se ha convertido en los últimos años en un tema de máxima preocupación. No se trata, sin embargo, de un hecho nuevo, dado que la utilización de este tipo de sustancias constituye, desde tiempos remotos, una práctica culturalmente aceptada en numerosos pueblos.La gravedad de la situación actual se debe a que el uso de drogas ha adquirido características totalmente nuevas, tanto en lo que se refiere a la población afectada como al tipo de la variedad de los pro ductos utilizados. En cuanto a su difusión, se observa cómo el hábito de drogarse se ha extendido a sectores más amplios de la población, y de forma muy especial a la juventud. En España, según datos del CIDUR, el 34% de los jóvenes entre 12 y 24 años probó alguna droga; el 18% la consume habitualmente.La relación entre toxicomanía y adolescencia no es meramente estadística; las particularidades psicológicas de este período de la vida hacen del adolescente un ser no sólo más proclive a la adicción, sino también más vulnerable a los efectos de ésta en el desarrollo de la personalidad. Antes de abordar este problema es conveniente hacer mención de algunos conceptos generales de la toxicomanía.Existe cierta confusión en el uso del término fármaco o droga, ya que designa, a la vez, sustancias con valor terapéutico y aquellas otras que no lo tienen. El problema estriba en el hecho de que muchas sustancias pueden tener función terapéutica, en determinados casos, a dosis adecuadas, y producir efectos tóxicos cuando su uso es indebido. En los fenómenos de toxicomanía estarían involucradas sustancias definidas como drogas causantes de dependencia. La dependencia respecto a una droga puede ser física, psíquica o de ambos tipos. La dependencia puede acompañarse de tolerancia, que es la necesidad de aumentar progresivamente las dosis de una droga para obtener los mismos efectos farmacológicos. Determinadas drogas producen, al suspender bruscamente su administración, el llamado síndrome de abstinencia, que consiste en una serie de síntomas psíquicos y físicos característicos de cada tipo de sustancia, pudiendo alcanzar en algunos casos extrema gravedad.Se han realizado numerosas clasificaciones de las drogas atendiendo a diversos criterios, tales como su situación legal, su capacidad para producir dependencia o tolerancia, o su acción farmacológica. La OMS reconoce seis tipos: 1) morfina y opiáceos; 2) barbitúricos, alcohol y otros sedantes; 3) anfetaminas; 4) cocaína; 5) alucinógenos (LSD y similares); 6) cannabis (marihuana y haschis, entre otros).Una droga tiene características propias que plantean diferentes tipos de adicción. Por otra parte, cada sujeto puede relacionarse con la droga mediante distintos grados de dependencia. Cada drogadicto es un caso particular; sin embargo, no puede dejarse de lado el contexto familiar y social que lo rodea, así como, en el caso del adolescente toxicómano, la singularidad del momento vital que atraviesa.
Bulimia Bajo esta denominación se suelen incluir cuadros episódicos de alimentación incontrolada. Es frecuente que dichos episodios sean seguidos de sentimientos depresivos y de culpabilidad.Se trata de un trastorno típico del comienzo de la adolescencia, con predominio en el sexo femenino.Las características de la bulimia no sólo se refieren a la cantidad excesiva de alimento consumido, sino también a la forma en que se desarrolla la alimentación. Por lo general, la ingestión es rápida, compulsiva, con escasa masticación. Si bien el comer resulta placentero al sujeto, los episodios de alimentación abusiva suelen tener consecuencias penosas para él. Por una parte, se pueden presentar problemas digestivos, tales como dolores abdominales o vómitos (éstos, en algunos casos, provocados). Por otra parte, surgen sentimientos de autorreproche, angustia o depresión, por no haber sido capaz de controlar los impulsos alimenticios, dado que se tiene clara consciencia del problema. En este sentido, es corriente que se realicen diversas tentativas de reducción de peso mediante la dieta.Este trastorno se relaciona directamente con la obesidad. Algunos autores, como Klotz y Balier, distinguen dos tipos de obesidad: una, constitucional, y otra por polifagia (aumento exagerado de la sensación de hambre), que se produciría en determinadas situaciones psicológicas. Se acepta, generalmente, la existencia de una predisposición constitucional a la obesidad, así como hacia muchos otros síntomas, entendiendo esta predisposición como un dato que ayuda a explicar la forma específica de expresarse un problema y no como la causa de éste.H. Bruch, al estudiar la hiperfagia (exceso de comida), señala que ésta sería la expresión de una alteración subyacente. Sin embargo, la obesidad en los niños, aun considerada como síntoma secundario, sería la consecuencia principal de una mala adaptación social. Como grupo, serían emocionalmente inmaduros, excesivamente dependientes de sus madres, inseguros. Con respecto a la pareja paren-tal, destaca el papel preponderante de la madre, quien se relacionaría con su hijo de forma sobreprotectora y excluyenteSe trata de madres muy ansiosas, que colman a sus hijos de cuidados y de alimentos por encima de sus necesidades. En estas condiciones, el alimento adquiere connotaciones afectivas importantes, se transforma en un equivalente del amor que la madre es incapaz de expresar por otros medios. Se plantea también la existencia (encubierta por la sobreprotección) de tendencias hostiles hacia los hijos y un intento de evitar que crezcan.
ANOREXIA DESCRIPCIÖN Y ARACTERISTICAS
La anorexia mental es un trastorno que presenta una relación muy específica con la adolescencia. La edad más frecuente de aparición se sitúa entre los doce y los dieciocho años, con gran predominio entre el sexo femenino.Fue descubierta clínicamente, hace más de un siglo y caracterizada como enfermedad propia de las jóvenes.En la actualidad, ya hay mchos avances en esta enfermendad. El síntoma más destacado de las personas enfermas cn anorexia, es la pérdida de peso, con el consiguiente adelgazamiento, que puede, en ocasiones, llegar a la alteración profunda de la nutrición. Este comportamiento se acompaña de un trastorno de la imagen corporal, una manipulación del ambiente en lo referente a la alimentación, hiperactividad y, en las mujeres, amenorrea (perdida de la mentruación). .Es frecuente que el trastorno se presente en adolescentes que fueron obesos en la infancia. El inicio de los síntomas puede asociarse a situaciones emocionalmente conflictivas.El rechazo de alimentos suele comenzar de forma moderada y respaldado por alguna justificación racional, como el propósito de hacer un régimen por obesidad o alegando trastornos digestivos. También puede limitarse, en los comienzos, a una minuciosa selección de los alimentos, o experimentar náuseas ante determinadas comidas.Elanoréxico típico es una adolescente que vive con sus padres, se crea frecuentemente una situación de confilcto familiar. Los padres presionan a su hija anoréxica para que coma, y ésta responde con un comportamiento hostil, con retraimiento o con engaños su peso sobre las comidas.Dado que persevera en su voluntad de adelgazar y desarrolla distintas actividades para lograr este fin. Para resistir el hambre, puede recurrir a distintas maniobras que logren distraer el deseo de comer .Comer poco no es el único mecanismo utilizado, muchos anoréxicos acostumbran provocarse vomitos, o ingerir cotidianamente laxantes, diuréticos o anorexígenos. Estos procedimientos suelen ponerse en práctica en las fases de bulimia (apetito excesivo y voraz) que algunos enfermos alternan con las de anorexia.El anoréxico sigue empeñado en adelgazar a pesar de encontrarse sumamente delgado, y mostrar un inexplicable temor a engordar. De continuar en esta línea, la enfermedad evoluciona hacia un punto de caquexia con pérdida de peso del 20 al 50%, trastornos de la pile y diversas alteraciones metabólicas y digestivas.El trastorno básico que permite este adelgazamiento es una seria perturbación de la imagen del propio cuerpo. El empeño por lograr un estricto control sobre el cuerpo y sus funciones lleva a la negación tanto del hambre como al empobrecimien to de la vida afectiva y erotica. La distorsión de la imagen corporal puede, en algunos casos, ser tan marcada que se convierte en una visión delirante del cuerpo real, llegando los enfermos de extremada delgadez a verse como obesos.La amenorrea está presente en la mayoría de los casos, hasta el punto de ser considerada por algunos un signo indispensable para
EL DIAGNOSTICA DE LA ANOREXIA
. En el estudio de la anorexia mental, algunos autores han puesto el acento en la falta de apetito. Otros, desde una perspectiva biológica, contemplan los aspectos derivados de la mala nutrición. Son numerosas las aportaciones sobre el tema, y no siempre coincidentes.La personalidad anoréxica estaría caracterizada por una profunda regresión, manifestada a nivel corporal, como expresión del conflicto producido por las dificultades en aceptar las transformaciones ocurridas en la pubertad.Las fantasías implicadas en el síntoma pueden ser diversas, tales como la negación de la feminidad, el autocastigo, lapurificación, la evitación del crecimiento y de la definición sexual.Existe acuerdo generalizado en relacionar el origen de la anorexia mental con situaciones conflictivas de gran trascendencia para el desarrollo, tales como las que se producen en los períodos puberal y adolescente. La pubertad implica cambios corporales, impulsos sexuales y crisis de identidad, lo que puede favorecer la reactivación de conflictos primitivos y dar por resultado respuestas inadaptadas que configuran el cuadro anoréxico.